Cielos de la Eternidad

Los cielos de la eternidad son los pilares que sostienen el universo visible. Aquí es donde las almas de aquellos que han sido salvados por la Divina Misericordia se mueven en intervalos existenciales. Todos los seres vivos están dotados de almas según su categoría. Cuando mueren, sus almas pasan un tiempo en los cielos de la Eternidad hasta que el Creador les asigna una nueva vida. Este es el caso del hombre, con animales, insectos, plantas y otros seres vivos. En estas regiones invisibles de la Creación también habitan los seres incorpóreos llamados ángeles, arcángeles, serafines y espíritus.
 
Pablo, el apóstol de los gentiles, fue llevado en espíritu al tercer cielo, de donde se concluye que habría otros cielos. ¿Cuantos serían? La numerología judía nos cuenta acerca de 7 cielos. La revelación del Apóstol es significativa y confirma el principio de que la Creación de Dios está compuesta de una visible y otra invisible, superpuesta o interpuesta. ¿Hay una relación entre ellos? ¡Las escrituras indican que sí!
 
Las almas que ya han alcanzado el reino de la Luz habitan en estas regiones invisibles de la Creación. Hasta que nazcan de nuevo, sirven al Dios Altísimo, a semejanza de los ángeles. Por lo tanto, no hay vida ociosa en los cielos de la eternidad, ni contemplación eterna, sino experiencias de ocupación, trabajo e iluminación de conciencia al despertar al Dios Eterno.
 
Después de la muerte física, las almas no permanecen para siempre en los cielos de la eternidad. Nacen de nuevo, animando a otros personajes, obedeciendo el gran proyecto del Dios Eterno, para la construcción del futuro de la humanidad. El alma avanza constantemente hacia la Luz, mejorando su conciencia con cada existencia e intervalo terrenal en los cielos eternos.
 
Poco después de la crisis del fin del mundo, el mundo se transformará en una nueva tierra, pero el planeta será el mismo. Los cielos de todo el mundo también cambiarán en sus actividades, ya que acompañan el desarrollo del plano visible. Se conoce el pasaje en el que la profecía dice que el cielo se retiró como un libro rodante (Apocalipsis 6:14), mostrando cambios futuros.
 
Concebimos la existencia de los 7 cielos. Hay 7 planos existenciales, siendo el universo visible, el séptimo de ellos. En la concepción tradicional, habría un mundo visible y 7 cielos sobre él, comenzando en el primero y terminando en el séptimo. Entendemos en el sentido opuesto: el primer cielo, es el lugar donde está el trono de Dios, la Palabra, desde donde la Creación se extiende y se sostiene. La región visible sería el séptimo plano, donde está el maravilloso trabajo del Creador, que cambia constantemente. Después del trono de Dios (primer cielo) está la morada del Eterno, un lugar inaccesible para el hombre, para las concepciones, para las almas y para todo lo creado en la naturaleza.